jueves, 2 de agosto de 2012

Las fragancias de mis recuerdos



Tengo una cajita con bandas de cartón, esas bandas de cartón que te dan en las puertas de las perfumerías para que puedas oler la nueva fragancia de quien sea. Pero mis bandas conservan los aromas que me retrotraen a ciertos momentos de mi vida, son las fragancias de mis recuerdos. Mucho más que cualquier imagen, que cualquier canción, los olores tienen el poder de meterme en un túnel del tiempo. A veces, cuando lo necesito, abro mi cajita y busco alguna banda en concreto, busco un recuerdo, en la necesidad de no olvidar… Otras veces, olisqueo al azar y dejo que mi mente vague por mi pasado, saltando entre recuerdos inconexos.


martes, 3 de julio de 2012

Largo periplo a Esquel


Nuevamente abandonaba El Calafate, pero esta vez me aseguré de no tener que volver a Río Gallegos. En cierta manera me sentía atrapada en el sur, como si alguna extraña fuerza no me dejara alejarme de ese remoto triángulo en el mundo. Había decidido pasar un par de días en la costa antes de adentrarme hacia la cordillera, por lo que pedí consejo a la joven que vendía los billetes de bus. Me recomendó Puerto San Julián… Cuando lo recuerdo, aún me dan ganas de volver a El Calafate, solo para abofetearla.

martes, 26 de junio de 2012

¿Quién se ha metido en mi cuerpo?


Miré hacia abajo sin poder creer que hubiera accedido a que me metieran en aquel vestido. Era verde esmeralda, sin mangas, con cuello recto; diminutos volantitos verticales llegaban hasta la cintura, desde donde caía, bastante recto, el espantoso vestido que me llegaba hasta la mitad de mi pequeña pantorrilla de diez años de edad. Unos zapatitos verdes champán, con un brillo terriblemente hortera, cuyas puntas se enfrentaban debido a mi desganada pose chueca, eran el broche de oro a lo que hasta aquel momento más se aproximaba al concepto que yo tenía de la ridiculez. Muchos años después, mi hermana me diría que el vestido era hermoso y que me quedaba muy bien, y yo la miraría con el mismo gesto torcido que había tenido en aquel momento. Me miré mientras me preguntaba: “¿Quién es esta del vestido? ¿Quién se ha metido en mi cuerpo?”.

sábado, 24 de marzo de 2012

Hoy extraño…




Quizá porque hace ya dos meses que emprendí esta aventura, quizá porque por mucho que no lo queramos admitir, de vez en cuando necesitamos el abrazo y la energía de esos seres de referencia, esos que nos han visto reír y llorar, esos que nos siguen queriendo a pesar de conocernos… por eso, hoy extraño.

No voy a nombrar a nadie, pero cada uno sabe…

viernes, 23 de marzo de 2012

El Perito Moreno: el hielo que da calor…


No dejaba de preguntarme qué tendría un pedazo de hielo (por muy grande que fuera) para que todo el mundo repitiese la misma sentencia: “¡¡Fue lo mejor que vi en el sur!!”. Así, con doble exclamación. Todo aquel a quien preguntaba si realmente merecía la pena ir hasta El Calafate solo para ver… un gran pedazo de hielo, me repetía lo mismo: “Sí, tienes que ir”. “Okay, iré entonces”. Siempre intento no ver fotos de los lugares que voy a visitar, ya que, según mi experiencia, crearse expectativas acerca de algo termina irremediablemente en decepción. Sin embargo, es imposible llegar a El Calafate sin haber visto una foto del Perito Moreno al menos una vez en la vida.

martes, 28 de febrero de 2012

Muy al sur: Ushuaia, el fin del mundo


Tenía pocos años cuando empecé a soñar con visitar Ushuaia algún día. Escuché ese nombre una vez y fue suficiente para no olvidarlo nunca más. “Ushuaia” era el nombre de un programa de televisión sobre deporte de aventura que transmitían los domingos por la tarde y que me gustaba mirar con mi hermano. Ushuaia, como todas las guías de turismo nos cuentan, en lengua yámana significa “bahía mirando a poniente”.

martes, 24 de enero de 2012

Rumbo al sur

"Un día decidí partir. Me invadió una inmensa sensación de culpa.
Ni bien traspuse la puerta sopló un huracán de liberación.
Llegó a mí con tanta violencia que todo llevó, hasta los recuerdos".
Miguel Cabrera


“Siempre tienes que estar lista para tener tu mochila preparada en cinco minutos. Te va a pasar, de repente te avisan y tienes que salir corriendo”. No imaginé que este consejo mochilero (de tantos que recibí durante los interrogatorios previaje) iba a ser tan tan acertado. Tan acertado como que así empezó todo…

miércoles, 11 de enero de 2012

60 litros...

60 litros... 60 litros... 60 litros... es lo único que mi cabeza puede repetir mientras miro la pila de cosas por clasificar. La estoy convirtiendo en dos montocitos: lo que SEGURO no voy a llevar y lo que, quizá, si los 60 litros me lo permiten, podría llevar.